Mientras Ilce Aguiar, de 34 años, su pequeña de 12 y dos personas más rezaban en la capilla de Potrerito San Miguel de San Juan Nepomuceno (Caazapá), las puertas se abrieron abruptamente.
David González (34), un vecino del lugar, había llegado con un enorme y filoso machete con el cual comenzó a perseguir a todos.
Estaba fuera de sí y logró alcanzar a Ilce y a su hija, quienes recibieron múltiples heridas en el cuerpo.
Tenía mucha fuerza y parecía poseído, dicen
Alrededor de las 9:20 de ayer, el sagrario se volvió un campo de guerra, porque además del caos, el suelo se tiñó de sangre.
Personas que socorrieron a las víctimas llamaron a la policía y, mientras el supuesto autor huía, también atacó a un hombre y una mujer que pasaban por la zona.
Se trata de Francisca Rodríguez (72), quien ligó una herida en la oreja derecha, mientras que Ilario Bustamente (50) acusó un machetazo en el brazo derecho.
El suboficial principal Claudio Ayala, jefe de la comisaría 32°, manifestó que uno de los feligreses se defendió con una silla, pero aún así, González no daba tregua.
“De la otra persona (por Ilce) se resbaló y cayó su hija dentro de la iglesia y al volver por ella, fueron heridas”, indicó.
La niña tiene una herida en la cabeza, mientras su mamá recibió cortes en ambas manos y la cabeza, incluso perdió parte del cabello. Las víctimas y el victimario fueron llevados al Hospital Regional de Caazapá.
Muchos son los perjudicados
Lo sindican como autor de hurtos.
El agente policial Ayala contó que tuvieron que inmovilizar a González a cachiporrazos, porque también intentó atacarlos.
“Yo le pregunté de ida al hospital y me dijo ‘Locura’imi oike chéve’ (‘me entró una pequeña locura’)”, contó el uniformado sobre la razón del feroz ataque.
No es la primera vez que González ataca a los vecinos; incluso varios lo sindican por hurtar sus pertenencias. Otros señalaron en las redes sociales que también fueron víctimas de González y piden justicia.
Miedazo
Primero advirtió a los feligreses
Don Misael Aguiar, papá de Ilce, contó a EXTRA que habló con su hija y ella le manifestó qué exactamente les dijo González.
Este último incluso “le dio tiempo” a los feligreses para que puedan escapar, mientras se acercaba a ellos con el machete.
“Corran si no quieren morir”, les advirtió, según el testimonio de la mujer afectada.
A pesar de las profundas heridas que sufrieron las víctimas, todas ya fueron dadas de alta en la tarde de ayer.