Los choferes de Bolt no son los únicos que ponen el grito al cielo ante los pasajeros que les hacen renegar, sino que, ahora los clientes también salen al paso a escrachar a los conductores que quieren ser desubicados y hasta maltratan a los usuarios.
Algunos publican en redes que los pleitos más comunes son porque las piropean, las obligan a cancelar el viaje al rechazar pagos con tarjeta o porque algunos hasta manejan borrachos.
Camila Benítez, usuaria de Bolt, comentó a EXTRA su experiencia con un chofer que se quiso hacer el letrado con ella y la empezó a piropear, situación que la puso muy incómoda.
“Una noche usé la plataforma para ir a casa. El tipo me miraba mucho por su espejo y me hacía preguntas sexuales. Me dijo que me siente al frente con él y me negué. Cuando por fin llegamos, trabó la puerta del auto porque quería que me quede más tiempo con él”, contó.
Cecilia Sosa, otra pasajera, relató que su peor experiencia fue cuando el chofer se dio cuenta que iba a pagar con tarjeta; el conductor empezó a golpear su volante y le mandó a volar.
Se avivan
Por su parte, Ariel Martínez criticó que cuando los destinos son lejos, los conductores piden que cancelen la solicitud. Si por algún milagro, los Bolts aceptan el viaje y se debe pagar peaje, se hacen los vivos y exigen que sea el cliente el que pague.
“Una vez tuve que ir hasta Ypacaraí. El tipo pagó nomás el peaje pero después me quiso cobrar todo junto. Me discutí con él porque yo sé que en el contrato dice que eso ya incluye en el precio final”, comentó.
Para Agustina Barreto, su peor experiencia fue con un conductor que según ella, tenía juruné y tuvo que aguantar 1 hora de viaje con la ventanilla cerrada.
“Por la gran cantidad de humo que hay ahora en el ambiente, el señor cerró su ventanilla y prendió el aire. Agarró todito el olor y sinceramente, prefería intoxicarme con el humo”, expresó.
Aunque el servicio de Bolt es el más utilizado por su bajo costo en comparación a otras plataformas, las quejas contra conductores cachafaces son constantes.