Los ladridos perturbaron el sueño de Ele Halley (28), quien despertó muy asustada en plena madrugada del viernes último.
Miró el celular y marcaban las 4:03 minutos exactamente. Salió al patio y vio cómo los perros del vecindario seguían y mordisqueaban a algo que parecía ser un enorme lobo. Ella asegura que se trata del Luisón, por el olor nauseabundo que tenía.
Tenía un olor más fuerte que la carne podrida
“Yo digo que sí era el Luisón. Le vi muy bien al Luisón, era negro y peludo”, manifestó la joven de Isla Bogado, Luque.
Contó a EXTRA que muchas personas se burlaron de ella, pero otras sí creyeron en su historia.
“Los perros suelen ladrar, pero esta vez fue exagerado, era desesperante. Yo creí que entraron ladrones a casa o pasaba algo afuera. Yo vi como esa cosa corría de los perros”, remarcó.
“Su tamaño era grande, no parecía como el de los otros perros y el olor era fuertísimo, era más fuerte que la carne podrida. La gente dice que podría ser un chespi, pero no creo, porque tenía un olor muy particular, porque sobre la ropa que dejó en la calle, comenzaron a bajarse moscas”, apuntó.
Ele mencionó que el presunto Luisón trataba a toda costa de escapar de los animales y para que ya no lo sigan atacando, saltó muy alto sobre una alambrada, entró a un patio baldío que está al lado de su casa y cruzó al otro lado de la calle.
“Si fuera un perro, jamás iba a saltar así”, dijo.
La chica llamó a su madre, quien le pidió que no saliera de la casa.
Esperaron a que amanezca para sacar las fotos del pantalón y un bóxer que supuestamente fueron dejados por “la cosa esa”.
Los demás pobladores creen que el Luisón es hijo de una vecina que tiene siete hijos.
“La gente dice que sí es. Hubo un tiempo en que decían que el Luisón recorría mucho (por el barrio) y los vecinos atacaron a la señora”, contó.
Para zafar, la doña alegó que tuvo una hija, pero falleció. Constantemente vigilaban al muchacho para ver si tenía heridas.
Santi, te llaman
El presi de la República no le respondió a doña Lourdes.
Hace unos 15 días, nació el séptimo hijo de Lourdes Marina Giménez, de 33 años.
La luqueña sigue con la ilusión de que el presidente Santi Peña sea padrino de su bebé, pero a medida que pasan los días, siente que nunca le va a contestar, según comentó a EXTRA.
“Estoy perdiendo las esperanzas, seguramente está muy ocupado”, manifestó.
La mujer dijo que no se quiere imaginar si el presi no alza a su hijo, porque la creencia es que si un obispo o un presidente de la República no apadrinan al séptimo hijo varón, se puede convertir en Luisón. En el caso de las mujeres, en brujas.