Ayer, la sesión de la Cámara de Diputados estuvo candente, debido a que el cartismo rechazó el tratamiento de cinco pedidos de informes relacionados con presuntos “negociados” vinculados al presidente de la República, Santiago Peña.
Uno de ellos es el proyecto para instar a la fiscalía a investigar; por esa razón, la diputada Rocío Abed (ANR-HC) esposa de Justo Zacarías, titular de Itaipú, “ambientó" el lugar con una música tie'ỹ para argumentar el rechazo al pedido de transparencia, o sea que se opuso.
En plena sesión, le bajó la música “Me importa un culo”, del grupo El Dueto del Pueblo”.
“Sé que la gente vive sufriendo y criticando mi forma de ser, que porque tomo, que hago parrandas, dicen que vivo fuera de la ley”, dice parte de la canción que luego se va por las ramas, donde habla de la zona más “oscura” del cuerpo humano.
Además de Abed, son varios los honorables parlamentarios a quienes durante su trayectoria se les escapó algún que otro desaire contra su colega o precisamente por una acción que les molestó.
Una de las que más insultos se la atribuye es a la senadora Celeste Amarilla, quien utilizó la palabra “hijo de puta”. También hizo un gesto con el dedo del medio en plena sesión, hasta incluso se hizo de remera de dicha escena.
Cómo no olvidar la frase de la senadora fallecida, Zulma Gómez, quien, hace seis años, acusó a Paraguayo Cubas, de “Cartista a primera hora”, y hasta le dijo “tembo forro”.
La exsenadora Kattya González, del Partido Encuentro Nacional (PEN) también le dijo “hijo de puta” al titular de la Cámara Alta, Bachi Núñez.
Además, en otra ocasión le hizo “japiró" al cartismo con una peculiar fotografía.
Norma Aquino, conocida como Yamy Nal, también utilizó el dedo del medio para “responder” las preguntas que le hizo una periodista sobre presunto planillerismo cuando era funcionaria del Poder Judicial.