24 oct. 2024

Juez ordenó a vecina a devolver 6 pelotas que se fueron a su casa

Según los padres, la doña es ñaña y no quiere que se juegue cerca de su patio. El conflicto es entre pobladores de Antequera, San Pedro.

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Los niños se distraen compartiendo y jugando a la pelota todas las tardes-noche.

4DMás Noticias

Cada tarde los niños del barrio Fátima de Puerto Antequera, San Pedro, se juntan para jugar al fútbol, en una cancha improvisada sobre una calle sin salida. Sin embargo, esto molesta a una familia que hasta roba la pelota de los chicos para que dejen de jugar.

Cristina Recalde, mamá de uno de los niños, contó que 6 pelotas ya tiene la señora, quien al igual que su marido, Alberto S. no devuelven el balón cuando va a su propiedad.

Según el testimonio de los vecinos, la señora pide que vayan a jugar en otra calle. En principio, para no generar polémica, fueron a jugar en la otra esquina, pero pasan muchos vehículos y es peligroso para los pequeños, por lo que volvieron a la calle sin salida.

“La verdad que no sabemos por qué no quiere que se juegue, si es un deporte sano y los niños se recrean bien”, dijo la doña.

Los vecinos ya fueron hasta el Juzgado de Paz y todo para buscar una solución, donde el Juez ordenó que la “vecina ñaña” entregue las pelotas, pero la señora no hace caso y no devuelve nada.

En vez del celular

Los padres acompañan a las criaturas llevando sus sillones que colocan en un sector de la vereda y toman tereré mientras que los niños se divierten jugando.

“Yo prefiero que mi hijo esté acá jugando a la pelota que esté por el celular, también el deporte aleja a los niños y adolescentes de los vicios, que en la zona hay muchos adictos”, dijo don Humberto Segovia.

Los pobladores exigen a las autoridades que intervengan para poder estar tranquilos y las cosas no pasen a mayores.

“Nosotros ya hablamos con ellos, pero no quieren entender, es un lugar público y no les hace daño que los niños jueguen ahí, pero ellos prefieren no juntarse con nosotros y robar las pelotas, que no son ni nuevas, ni lindas, sino viejas y feas”, dijo don Humberto.