Las imágenes de los abuelitos parados y formando fila, soportando la larga espera para demostrar que están vivos, generó indignación y una lluvia de quejas.
A muchos jubilados les agarró de sorpresa la gestión, cuya fecha límite para presentarse era el 31 de agosto, por lo que ayer los Parques de Salud del país se llenaron de abuelitos.
La ola de críticas apuró al Consejo de Administración del IPS, cuyo presidente, Jorge Brítez, convocó a una reunión.
El doctor Víctor Insfrán, consejero del IPS, informó ayer que se decidió la suspensión temporal del trámite.
Dan un plazo de 90 días, contando a partir del 1 de septiembre del 2024, para volver a exigir el certificado.
Durante ese periodo se va a trabajar por una solución tecnológica para la validación de sobrevivencia.
Las maneras de dar fe de vida
Además de la presencialidad, el IPS aplicará estos métodos para la presentación de fe de vida.
- Una app. Dentro de 45 días se va a poner a disposición una aplicación. Una empresa va a desarrollar de forma gratuita para que los jubilados puedan demostrar su “fe de vida” desde el celular.
- Censo. En caso de los jubilados encamados, el IPS envía sus funcionarios hasta la casa de la persona, mientras no se tenga la aplicación.
- Cruce de datos. La previsional aclaró que se seguirán realizando métodos de control de sobrevivencia, cruzando datos con el Ministerio de Tecnología de la Información y Comunicación, Ministerio de Salud, Registro Civil, TSJE, entre otras fuentes. Si realizaste algunos de estos trámites, como consulta médica o retiro de medicamento, ya sirve como fe de vida.
“Fallecidos cobraban”
La Contraloría detectó que el IPS pagó en total G. 2.745 millones a jubilados y pensionados que ya habían fallecido, por lo que apuraban con el registro supervivencia.
Los pagos irregulares se registraron entre 2022 y 2023. El IPS se demoraba en identificar y suspender los pagos a los jubilados que ya habían fallecido.
Contraloría instó a la previsional a buscar la forma de recuperar la enorme pérdida de dinero.