El mortal triángulo amoroso formado por Eladio Frutos (29), su mujer de 26 años y el presunto amante, Javier Servín Cristaldo (17), se convirtió en una historia que serviría para guión de cualquier película.
Eladio engañó a su rival y lo citó para las 20 horas del sábado en un camino vecinal del barrio San Miguel en Zanja Pytá, Amambay, donde lo ejecutó a balazos.
El comisario César Casco, subjefe del Departamento de Investigaciones, explicó a EXTRA que Eladio tenía prisión domiciliaria en la ciudad de Sanga Puitã, Brasil, por tráfico de drogas. Su pareja (prófuga) vivía en Zanja Pytá, Paraguay, cruzando la frontera.
Según las investigaciones, Eladio pilló el mal paso de su lapa al revisar el celular de esta y encontró los mensajes muy íntimos con el menor. Desde ese momento comenzó a planear su venganza contra “el otro”.
LA TRAMPA
El sábado, Eladio usó el celu de su pareja y mensajeó a Javier: lo citó gua’u para un encuentro. “El joven primero dudó en irse y parece que sospechó algo, pero luego cedió”, contó el comisario Casco. Fue así que Eladio rompió el GPS de la tobillera que tenía y cruzó al Paraguay en su auto y llegó al lugar donde estaba el joven en su moto, y lo ejecutó.
SABÍAN DEL AMORÍO
“Hablamos con los parientes de Javier y dijeron que posiblemente el móvil habría sido porque se metía con la mujer de Frutos. Los policías brasileños nos contaron que Frutos estaba prófugo y allí confirmamos la sospecha”, agregó el agente.
El miércoles allanaron la casa del papá de Eladio y él no estaba. “Nos enteramos que estaba buscando un camión fletero para alzar sus cosas que tenía en la casa y escapar. Fuimos hacia donde estaba, lo vimos en una moto, pasó al Brasil donde fue apresado por la Policía Militar”, señaló Casco.