Una intervención que debía ser rutinaria acabó teñida de sangre y sospechas en el barrio Bella Vista de Hernandarias. Alcides de la Cruz Lezcano Ortiz, un hombre con antecedentes por coacción sexual y robo agravado, fue abatido en plena calle por policías que son acusados de gatillo fácil.
Todo ocurrió en la noche del lunes, cuando Lezcano Ortiz, oriundo de Caaguazú, cayó tendido junto a su motocicleta con un revólver calibre 38 en la mano. Pero lo que parecía un enfrentamiento, hoy se encuentra bajo la lupa del Ministerio Público.
La fiscal Natalia Elizabeth Montanía ordenó la detención preventiva del suboficial Augusto Concepción Oviedo Martínez (36), luego de que surgieran versiones totalmente opuestas al relato oficial.
Según el comisario Guillermo Bejarano, jefe de la Comisaría 27 del barrio San Francisco, el ahora fallecido intentó huir, hubo un forcejeo, y en medio del tironeo, se escuchó el disparo que terminó con su vida.
Sin embargo, una mujer que presenció todo aseguró que un automóvil gris, supuestamente policial, persiguió y chocó a Lezcano Ortiz, provocando su caída. Luego, dos uniformados bajaron y lo acribillaron sin piedad, contradiciendo la versión policial.
A quemarropa
La médica forense Ramona García, del Ministerio Público, confirmó que el hombre tenía una sola herida de bala en la mejilla, con signos de “tatuaje”, una clara señal de disparo a corta distancia.
Los parientes de Lezcano Ortiz no dudaron en gritar lo que muchos ya sospechan: ¡plantaron el arma en su mano para encubrir el crimen! Señalan que todo fue un montaje policial y exigen justicia.
Mientras tanto, el suboficial Oviedo Martínez sigue en la Dirección de Policía del Alto Paraná, con libre comunicación pero a disposición del Ministerio Público, que no pierde tiempo en juntar pruebas.
El caso fue caratulado como homicidio doloso y continúa la investigación.