Hacía como un año que don Darío Crispín Barreiro, de 44 años, dejó la casa de su mujer Antonia V.B, también de 44 años, para empezar una nueva vida con su amante. La señora supo “perder” y siguió su vida. La doña es de Pedro Juan Caballero.
El 29 de septiembre pasado, Darío Crispín, de imprevisto llegó hasta la casa de su exmujer con el rabo entre las piernas prácticamente. El señor tenía una maleta y le pidió a su ex hablar un rato
La señora aceptó y Darío Crispín le contó que se había separado de nuevo, le dijo que estaba arrepentido de haberse ido con la otra mujer y que se dio cuenta de que ella era el amor de su vida, ndaje.
Dio la oportunidad
Le suplicó que quería una oportunidad para volver a empezar con ella. Ña Antonia, luego de pensar y darse cuenta de que aún le quería a su ex, le dijo que sí.
Como era de esperarse Darío hizo buena letra, no había hombre más amoroso que él.
Sin embargo, la luna de miel duró poco. No se sabe qué le entró en la cabeza y el miércoles Darío Crispín ya no era amoroso sino argel.
Ya en horas de la noche del miércoles el mal carácter de Darío era insoportable. Fue así que comenzó a mantener una discusión con ña Antonia.
Poco después, el señor sacó toda su furia contra su mujer. La insultó de todas formas y luego ya comenzó a golpearla. La señora llamó a los agentes de la comisaría 6 y les contó de su historia y la golpiza que sufrió.
Dolor en su espalda
Le dijo a los intervinientes que los golpes que sufrió le dejaron un dolor en su cadera y columna.
Los policías ubicaron al garrotero y lo apresaron. También averiguaron que el señor salió de la cárcel de Ponta Porá, Brasil, el 27 de septiembre pasado. Allí estuvo por agredir a la que era amante, quien le había chutado.