“Ese día estábamos entre tres: yo, Carlos Montoya y D., quien estaba atajando la escalera. Montoya puso debajo de mí un palo de escoba de metal sin que yo me dé cuenta y me resbalé, caí y me entró. Seguro se quería hacer el chistoso. Este tipo de bromas son normales en el trabajo, pero yo no jugaba con ellos, yo ya soy grande”, soltó la víctima durante el juicio.
Querer hacerse del kachiãi con su compañero de trabajo, terminó cambiándole la vida.
El episodio se registró el 1 de marzo del 2019 en un supermercado de la capital.
La víctima se encontraba colocando carteles de las ofertas del día. Subió a una escalera y estaba más o menos a tres metros de altura cuando pasó lo peor.
“Me bajé, me saqué la escoba, me fui corriendo luego, no podía aguantar más el dolor, me caí y me desmayé ahí mismo. Traspasó mi pantalón. Luego me llevaron a IPS. Fui intervenido más de cuatro veces”, comentó el trabajador.
El palo le perforó el intestino y la vejiga, según informó la doctora Myriam Galeano en los tribunales.
Sentencia
Por este hecho, el fiscal Aldo Cantero pidió 5 años de prisión para Carlos Montoya.
Sin embargo, ayer el tribunal conformado por Federico Rojas, Víctor Medina e Inés Galarza decidió condenar al acusado a dos años de cárcel con suspensión de la condena, es decir que Montoya tiene que cumplir algunos requisitos para evitar ir a prisión.
“Es el único juicio en el que pedí que el testigo muestre su herida, él anda con faja y está aún teniendo desprendimientos hasta ahora en la parte del intestino”, comentó a EXTRA Aldo Cantero, el fiscal del caso.
Agregó que, si bien esperaba una sentencia mayor, las probabilidades de que el acusado cumpla una condena más alta eran improbables debido a que no hubo intención.
“Ahora la víctima va a demandar en lo civil y eso ya me consta. Ahí tendrá oportunidad de acceder al resarcimiento económico”, indicó Cantero.
Según la víctima, los gastos de sus operaciones ascienden a G. 60 millones y todavía falta una última intervención.