Mientras el presidente Santiago Peña negaba la existencia de una crisis en Tacumbú, sacaban el cuerpo de un recluso y detenían a un guardiacárcel corrupto.
Así se presentó el día después del motín en la cárcel, que se inició el martes por parte del clan Rotela.
El grupo criminal insistía en hablar con alguna autoridad para hacerles saber sus condiciones. En ese interín un custodio penitenciario identificado como Nicolás Ovelar Toledo, de 46 años, fue detenido cuando intentaba meter tocos de marihuana y caña en petaca al penal.
Pasaban las horas y finalmente el gobierno cedió para negociar con los criminales. Rodrigo Nicora, viceministro de Política Criminal, por segunda vez fue hasta la entrada de la cárcel y ahí hizo una videollamada con Javier Rotela, líder del “Clan Rotela”.
“Yo nunca pisé mi palabra. Señor Javier, te pido encarecidamente poder llevar esto a la normalidad”, se lo escucha decir a Nicora. Los reos pidieron que los miembros de la mencionada pandilla no sean llevados a otras cárceles, desde el gobierno accedieron y de a poco la situación fue volviendo a la normalidad.
Hipótesis
Un experto señaló que en el fondo el pleito habría sido por cambio de funcionarios que ayudaban al grupo. “Fueron reemplazados quienes tenían que ver con sistemas de recaudación”, dijo el especialista en proceso penal, Roque Orrego, a la 730 AM.
Por otro lado, el motín dejó un saldo fatal.
Se trata de José Carlos Giménez, de 35 años, quien llevaba preso ya 7 años por hurto agravado y cumpliría su condena en el 2026. El muchacho recibió una estocada debajo de la costilla. Según datos, Giménez no quiso seguir las órdenes dadas durante la toma del penal, aunque esta versión no fue confirmada.