Frente a sus ojos, los panteones se convirtieron en el altar de un oscuro ritual, que al parecer se preparó en la madrugada del Viernes Santo.
No se trataba de cualquier payé: este era imponente y con un aura tenebrosa que hasta daba pirî.
Alexis Estigarribia (22) estaba impresionado, porque esa mañana, a las 9:00 más o menos, fue al cementerio de Villeta con la intención de visitar a su difunto hermano; sin embargo, salió aterrado.
En las dos tumbas cercanas habían dejado de manera intencional fotos de una chica y un muchacho. Todo indicaba que eran novios o tal vez amantes y que alguien buscaba separarlos, o que mueran, al menos eso se creía, pero...
“Llamó la atención, porque era muy grande. Fue algo muy fuerte”, explicó Alexis, quien no dudó en sacar fotos y videos y subirlos a un grupo local de Facebook para advertir a los posibles afectados.
Las pruebas
El lugar estaba rodeado de vasijas de barro llenas con frutas como manzanas, bananas, pimentones, velas de diferentes colores, copas llenas, y hasta una botella de champán abierta. Un verdadero banquete “para los espíritus”.
Pero lo más perturbador no eran las ofrendas: había dos gallinas negras muertas. Una imagen cruda, fuerte y escalofriante.
“Vamos a suponer que había dos, pero uno nomás se encontró y una cabeza de más. Calculamos que llevó algún perro o algo; también había pan dulce que las moscas estaban devorando de a poco”, señaló
Además, se encontraron papeles doblados con inscripciones extrañas, algo que los demás visitantes evitaron tocar. Nadie se animó a abrirlos por miedo a llevarse la mala energía.
Las letras estaban raras, como escritas a propósito para no entenderlas, comentó Alexis.
El objetivo es amarrar hasta la muerte
El espiritista Wilson Rechman dijo a EXTRA que, de acuerdo con las evidencias, el ritual no precisamente fue hecho para “separar”, sino para amarrar.
“De amor es, para unión, porque tiene manzana, tiene frutas y las frutas son para abundancia y no se hacen trabajos para separación con eso”, indicó.
En el caso de que una de las dos partes se entere, se enojarían por un rato, pero volverían a estar juntos.
“Esto se hizo para que uno se case, porque muchos platos (vasijas) se pusieron. Demasiado enamorado está el tipo o la tipa, pea ha’e hasta que la muerte los separe lento es, porque se hizo en el cementerio”, señaló Rechman.
Un profesional
Alexis contó a EXTRA que en otras ocasiones ya aparecieron trabajos místicos, pero siempre eran cosas pequeñas, “cositas sueltas por ahí”. Esta vez, el tamaño, el detalle y la energía del lugar hacían pensar que fueron varias personas las que participaron.
Lo más raro de todo es que, a metros del lugar, otra persona también encontró lo que sería el corazón de una vaca envuelta en cinta roja (ver foto). Se presume que algún animal lo llevó para comerlo, pero no pudo, porque estaba intacto.