En la ciudad de Obligado, Colonias Unidas, Itapúa, supuestamente se encuentra una casa que albergó al criminal nazi Josef Mengele, quien realizó experimentos humanos con los prisioneros y decidía quién iba a la cámara de gas, durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945). De ahí su apodo: El Ángel de la Muerte.
Desde hace días hay rumores de que en la casa que visitaba estando en Paraguay, protegido por el gobierno de Alfredo Stroessner, tiene póra.
Luisa Salapata es dueña de un terreno donde está la casa en la que supuestamente se reunían como 150 personas, quienes eran todas nazis refugiadas en las colonias. Además había una fábrica y dos viviendas más donde vivían alemanes.
Encuentros
Recordó que su papá le contaba que, en ese sitio, los seguidores de Adolfo Hitler ponían banderas con la cruz esvástica (símbolo nazi), escuchaban música alemana, bailaban y adoctrinaban al nazismo a la gente de aquella época, remontándose a 1959, año en que Menguele vivió en Paraguay.
Aseguró que de la casa donde se juntaban Mengele y otros nazis, solo queda el sótano y su idea es convertirlo en un museo, pero hubo un incidente.
Religioso
Luisa dijo que en una de las residencias, que aún se mantiene bien, nadie quiere vivir, porque hay ruidos y movimientos raros y asustan a todos. “Un ingeniero que vive ahora allí trajo un pastor para que bendiga la casa”, afirmó la entrevistada.
Luisa señaló que en la exfábrica en horas de la noche se escuchan ruidos extraños, como máquinas trabajando. “Yo escuché el ruido. Muchos encargados escucharon lo mismo, agarraron sus armas salieron y no había nada. Esas son las cosas que llenan de misterio estas construcciones donde vivieron esas personas”, reflexionó.
La empresaria quiere conservar lo poco que queda de la propiedad. Toda la estructura ya se cayó, pero solo quedó el sótano, que ahora está inundado de agua, ya que no se conservó a tiempo el lugar, considerado por los lugareños como vestigio de la presencia de los nazis por Itapúa.
Museo
“Lo vamos a restaurar, colocaremos fotos y artículos. Queremos que sea un atractivo turístico”, anunció la empresaria, dueña del lugar.
Historia de los abuelos
Javier Martínez, un conocido tallador de Obligado, también contó a EXTRA sobre lo que le decían sus abuelos de aquella época sobre los misteriosos personajes.
“Mi abuelo me contaba que había varios nazis y que ellos tenían una vida muy reservada en lo que hacían”, dijo.
También se hablaba de los encuentros y rituales en las casas de los seguidores de Hitler: poco se sabía de ellos, eran rumores que luego se convirtieron en historias en las colonias.
“Según mi abuelo, Mengele y otros nazis compartían en el pueblo con los habitantes, cantaban, pero no se dejaban sacar fotos y esas cosas. Vivían casi escondidos”, aseguró. Señaló que ya escuchó las historias de que en esas casas que habitaron alguna vez los militares alemanes hay movimientos extraños. “Es lo que se dice”, agregó.
Estuvo poco tiempo por Paraguay
El médico que hacía experimentos con humanos fue uno de los criminales de guerra más buscado después de la Segunda Guerra Mundial.
Mengele se movía entre Argentina y Paraguay, incluso se dijo que vivió un tiempo en el hotel El Tirol, en Encarnación, y desde allí visitaba las colonias y se reunía con los de su partido. Estuvo dos años en el país.
En su libro “Mengele en Paraguay”, el periodista Andrés Colmán Gutiérrez retala que Mengele tenía carnet de identidad paraguayo, otorgado por la Corte Suprema de Justicia a pedido de Stroessner.
En el material rescatan un dato de Euclides Acevedo, quien vivió en Israel (1972-1973).
“Golda Meir (ex primer ministra de Israel) me contó que los agentes del Mossad ingresaron varias veces en forma clandestina al Paraguay para intentar secuestrar a Mengele, pero no tuvieron éxito, porque él siempre estaba protegido por un grupo de expertos tiradores nazis”, narró Euclides en la investigación de Colmán Gutiérrez.