25 abr. 2025

El día que el Papa Francisco llamó a consolar a una madre paraguaya

Ramona había perdido a su hijo en un accidente y al día recibió la llamada que la marcó para siempre.

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Ramona Peralta vive en la villa 21-24 de Argentina desde 1986.

Pepe Mateos

Ramona Peralta, una mujer paraguaya de 70 años, llegó a la Villa 21-24, en la Ciudad de Buenos Aires, allá por 1986. Desde entonces, se convirtió en una figura querida del barrio, conocida por su incansable labor en un comedor comunitario.

Pero en una madrugada fría de 2006, alrededor de las dos de la mañana, Ramona recibió una noticia desgarradora: Su hijo, Juan Francisco Peralta, de tan solo 26 años, había sido atropellado y asesinado por un auto que huía de la policía.

Sin embargo, al día siguiente, en medio del luto, Ramona recibió una llamada que jamás iba a olvidar.

Inesperada

El entonces cardenal Jorge Bergoglio la llamó para consolarla por su pérdida. Ella nunca había hablado con él, aunque su hijo lo conocía de la capilla del barrio, donde el sacerdote solía celebrar misa.

“Me llamó toda esa semana para darme ánimos”, recordó Ramona en una entrevista con el medio argentino elDiarioAR.

Aquel simple gesto, le marcó la vida para siempre.

Según ella, el difunto papa Francisco tenía un profundo respeto por las madres, y en especial por las paraguayas.

“Nos dio aliento en el dolor y siempre valoró a las madres y mujeres paraguayas del barrio. Por esos gestos, nunca lo vamos a olvidar”, aseguró.