Los pequeñitos Jesús Alexander y William Josué, ambos de 3 años, eran la alegría de la casa para una familia paraguaya que tuvo que migrar a Brasil por trabajo y el viernes se vio enlutada por un terrible suceso.
Los dos niños oriundos de Capiibary, San Pedro, murieron calcinados en un alquiler cerca de las 11:00 del pasado viernes, en la localidad de Tapirá, en el estado de Paraná, Brasil.
Diosnel Riquelme, papá de uno de los peques fallecidos y abuelo del otro nene, contó a EXTRA que su hija mayor, Yenny Riquelme (19), se quedaba en la casa, mientras él y su esposa iban a trabajar en una plantación de mandioca.
A cargo de Yenny quedaba su hijo William y su hermanito Jesus Alexander, ambos fallecidos.
Diosnel explicó a que su hija estaba con dengue, con fiebre alta, por lo que estaba kangy ese día de la tragedia.
“Yo sospecho que ella se quedó dormida. Ni yo logré hablar con mi hija, la encontré inconsciente, traumada”, dijo llorando.
La joven mamá, al percatarse del incendio, salió corriendo a pedir ayuda, en vez de quedar a socorrer a las criaturas, por lo que fue juzgada por las autoridades brasileñas por su negligente actuar.
Además, Yenny dio la versión de que los niños solían jugar con fuego, pero luego cayó en contradicciones y quedó detenida por dos homicidios culposos.
La familia clama ayuda de las autoridades paraguayas para el proceso de repatriación de los cuerpos. Actualmente, la justicia brasileña les exige una prueba de ADN porque los pequeños quedaron irreconocibles.
“Los niños están todos carbonizados, hasta ahora no les vimos y no quieren mostrarnos. Yo creo que fue un accidente porque nuestra hija le quiere mucho a su hijo, inclusive a su hermanito. Ella no les va a hacer eso”, aseguró.
Iban a regresar después de 2 años
Diosnel contó que con su esposa, Irma Ferreira, tenían el sueño de ir a luchar dos años en Brasil, juntar algo de plata, para luego venir a nuestro país e invertir en la plantación de piñas. Ahora la familia solo desea volver a Paraguay con los dos cuerpitos para darle sepultura, pero tampoco quieren dejarle desamparada a Yenny, quien está a disposición de las autoridades. El abogado de su patrón les dio la esperanza de que la joven tendrá prisión domiciliaria.