13 sept. 2024

Dijeron que la beba tenía py’a ruru, pero tenía rastros de abuso

La mamá, el papá y la abuela quedaron detenidos ya que la fiscalía no cree en la versión que dieron.

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Los padres y la abuela quedaron detenidos tras la muerte violenta de la beba de 1 añito, quien tenía rastros de una brutal agresión sexual.

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En taxi, Gilberto Rubén Parris (21) y Elena Beatriz Marchaki (24) llegaron al Hospital Regional de Coronel Bogado (Itapúa) con su bebé en brazos pidiendo atención médica. Dijeron que su hija de 1 año y cuatro meses “se descompensó”.

Al revisarla, el pediatra constató que la pequeña ya estaba sin signos de vida, pero la versión que daban sus padres, generaba aún más dudas, por lo que se dio aviso a la Policía y Fiscalía. El cuerpo de la niñita tenía terribles rastros de violencia.

El fiscal Rodolfo Colmán dispuso la detención de ambos padres y la abuela, señalando que dieron una versión de fantasía.

“Ellos dijeron que la nena almorzó todo se acostó a dormir y al despertar se sintió mal y por eso la llevaron al hospital. Pero tenemos una nena con los genitales destrozado y ellos dijeron que solo por el py’a ruru nomas le llevaron al hospital”, contó el fiscal.

El forense Juan Ángel Villalba corroboró que la pequeña presentaba signos brutales de violencia; desgarros en las partes íntimas, además lesiones en el cuello y en la cervical. Por eso solicitó una autopsia.

Los padres dijeron que la bebé se descompensó recientemente, pero según el informe preliminar del forense, la beba ya llevaba entre 5 a 6 horas de rigidez cadavérica.