Luz N. contó que vive un tormento a causa de los constantes pelotazos que recibe por parte de sus vecinos del barrio 3 de Mayo en Luque, quienes cada tarde se reúnen a jugar fútbol en una canchita improvisada frente a su casa. Los fines de semana, su vida es un infierno.
Las pelotas golpean su techo de chapa, llegando incluso a romperlo y dañando lo que tanto esfuerzo le costó construir.
Luz señaló que ya no sabe qué hacer, ya que cada vez que intenta reclamarles a sus vecinos, le gritan de todo. Al final ella es la “mala”.
“Esto ya es de hace años, pero ahora recién me animo a publicar porque estoy desesperada. Conmigo vive mi mamá de 73 años y está enferma. No podemos ni salir a sentarnos en el patio porque tengo miedo que la pelota caiga sobre su cabeza”, indicó.
Vecina ñaña
La denunciante ya tiene miedo, ya que siempre le gritan de todo cuando la encuentran en la calle.
“Ellos creen que porque soy de la iglesia me tengo que callar”, dijo
Agregó: “cuando la pelota cae a mi patio y no les devuelvo, me empiezan a gritar desde la calle y me dicen que soy del demonia”.
Tampoco ya vive segura porque cuando no está, los peloteros ponen escalera y entran en su casa sin permiso para recuperar la pelota.
A raíz de esto, tuvo que instalar alambres de púa por su muralla y cámaras de seguridad. Lo que más le atormenta es la salud de su mamá, que se altera cada vez que escucha el fuerte golpe de la pelota contra la chapa.
“Cuando mi mamá les pide que respeten la casa ajena, nos amenazan de que la próxima nos van a chutar por la cara”, finalizó.
Busca al dueño
Según dijo, en la municipalidad, el predio no figura como plaza, por lo que al acudir a la comisaría más cercana le recomendaron ir hasta la fiscalía para que la ayuden a encontrar al dueño del terreno.
“Yo solo quiero encontrar al dueño porque esa no es una plaza, o en todo caso, que pongan protección para que la pelota no destruya más mi techo”, señaló.