Don Andrés Britez era un abuelito solitario y muy querido en el barrio Cristo Rey, de la ciudad de la Paloma, en el departamento de Canendiyú.
El señor fue encontrado muerto en su casa. El hombre dejó este mundo sentado en su silla preferida, según contaron.
De acuerdo a lo que mencionan sus allegados, el abuelito era muy conocido en la comuna y muy querido por su nobleza y educación.

Don Andrés se dedicó a la limpieza de las calles de la ciudad y su avanzada edad no impedía que trate de hacer todo su trabajo de la mejor manera. Fue enterrado en el cementerio local y sobre su ataúd colocaron una bandera paraguaya, para rendirle tributo por la vida ejemplar que llevó.
“Se lo despidió como un héroe de la honestidad y del trabajo”, dijo un funcionario municipal.