Laura A. subió a un motobolt y sacó su celu para mandar la ubicación a su gente. En eso, su conductor le advirtió que no chatee durante el viaje, para evitar que delincuentes le roben el teléfono.
El motobolt le explicó que le daba ese consejo por la mala experiencia que tuvo. Fue víctima de descuidistas que, en un segundo, le llevaron el celular que estaba “asegurado” por el soporte.
Ante esto, decidió ponerle una caja de cartón, para evitar futuros robos.
“Lastimosamente yo estaba apurada y no le pude sacar la foto”, dijo la entrevistada.
Pero esto no es un caso aislado, Federico Ferreira, presidente del Sindicato de Trabajadores en Moto y Afines del Paraguay, contó a EXTRA que los robos de celulares son el pan de cada día para los conductores de biciclos.
Pescan
Según expresó, algunos son asaltados a punta de cuchillo o con cualquier arma que los maleantes tengan en la mano, pero la mayoría cae en manos de los malvivientes que andan atentos, esperando a que un conductor olvide su celular en el soporte o se aprovechan que usan más comunes o frágiles.
“Pasan, estiran el brazo, ¡y chau celular!”, dijo el dirigente sindical.
No sirve
Por otra parte, manifestó que en su grupo escuchó que muchos se ingenian para evitar los robos, pero lastimosamente la inseguridad es más fuerte.
“Un trabajador puso una especie de caja para asegurar su celular, pero los ladrones rompieron nomás y llevaron igual el elemento de trabajo de este señor”, agregó Ferreira.
Según le consta, los atracos se dan más en los semáforos o cuando el conductor está apurado y se olvida de bajar el teléfono.
“Hay distintos tipos de soportes, algunos vienen con estuches para que no sea tan fácil a los descuidistas de sacar el teléfono. Esa clase muchos compran, por los que prefieren pagar más, pero tener un poco más de seguridad, pero otros compran el más barato, que no es nada seguro”, indicó.