Para muchos, la historia de José Paez es un verdadero milagro. El hombre sobrevivió a un asalto gracias a su fiel amigo: su rosario.
Luego de algunos días de internación en el hospital central del Instituto de Previsión Social, finalmente hoy lunes fue dado de alta. José ingresó al nosocomio el viernes 24 de mayo, luego de recibir cuatro impactos de bala.
Tras soportar varias cirugías ya se encuentra listo para enfrentar nuevamente la calle. “Estoy saliendo del hospital. Gracias a Dios por la divina misericordia. Estoy muy agradecido con ustedes por la oración”, dijo en un mensaje de wasap a su grupo parroquial.
Lo más sorprendente de su historia fue que él, desde el piso, logró frustrar las intenciones de sus atacantes, pues como siempre llevaba un arma de fuego para defenderse: también disparó contra ellos, logrando que huyeran sin llevarse sus pertenencias.
Dos motochorros le habían emboscado. Uno de ellos abrió fuego contra el señor, que recibió tres impactos. El proyectil que fue contra su pecho fue “amortiguado” por el rosario que tenía colgado del cuello.
El suceso había ocurrido en el barrio La Lomita de Ñemby, a escasas dos cuadras de su domicilio, cuando el hombre salió para buscar a su hijo, que regresaba de la facultad cerca de las 22:00.