Una verdadera indignación e impotencia hubo en el
cementerio de Ypané, en el departamento Central
Ayer, varias personas aprovechando el feriado de Viernes Santo, se acercaron al camposanto y descubrieron que los panteones y nichos de sus seres queridos fueron pelados.
Es que un grupo de entre 8 a 10 adictos, entre hombres y mujeres, se instalaron en el cementerio.
Son como los “okupas” (invasores de casas ajenas), en este caso, de panteones.
Don Rufino Olmedo (69), “Rufo” dijo a EXTRA, que aprovechando el feriado de Viernes Santo, salió de su casa de la compañía Potrerito de la ciudad de Ypané, para irse al cementerio donde descansan varios de sus parientes.
Añadió que llegó a las 7 de la mañana de ayer, entró al camposanto, de la ciudad, que no tiene murallas perimetrales.
Al acercarse al panteón familiar encontró vidrios rotos de la puerta del panteón para tres camas.
“Con varilla agrandaron las rejas que tenía la puerta, rompieron las cerraduras de las puertas y entraron”, denunció el afectado a EXTRA.
“ Al entrar me di cuenta que se robaron sillas, candeleros, flores, unos 200 ladrillos huecos, bolsas de cal, cemento, manteles de ao poi (tela fina), que solo en eso tengo como perdida de un millón de guaraníes”, se lamentó.
Farra y dormida
El señor indicó que encontró botellas de caña, colilla de cigarrillos y hules donde tenían sus drogas.
“Ellos, usan los panteones como local de farras y luego se quedan dormidos adentro”, sostuvo. Y es que los muertos ya no hacen nada, pero si los chespis que al no tener nada más, salen a saquear lo que hay.
Don Rufo comentó que debió romper la pared del panteón para colocar una cadena con candado para que no vuelvan a entrar a dormir en la mesada libre que tiene. Se sintió indignado porque sus difuntos no descansan en paz. “Cuando salía del cementerio me cruce con dos de los chespis, a quienes les desafíe y corrieron en forma cobarde”, he’i.
Impotencia y dolor
Alicia Oviedo, escribió en redes sociales su mala experiencia también al ir al cementerio de Ypané.
“Tanta impotencia y dolor. Fui a visitar a mis seres queridos en el camposanto y robaron del panteón todas las cruces de hierro de mis seres queridos”, contó.
Las cruces tienen valor sentimental muy grande para las familias. “Supuestamente descansarían en paz, pero estos malvivientes y adictos nada respetan”, lamentó.
Afirmó que el cementerio de Ypané es cueva de chespis. “¡Es una Vergüenza!”, concluyó.