“Siento que tengo unas cinco vidas más”, comenzó diciendo Rosa Isabel Valdés, de 43 años, quien junto con su hijo Junior García, de 17 años, lograron zafar de la mismísima muerte.
Madre e hijo aún siguen espantados por el terrible accidente que sufrieron a causa de un cable suelto de una telefonía, luego de salir de la bodega donde trabajan.
El percance ocurrió alrededor de la 1:00 de la madrugada del miércoles en el barrio Toro Blanco de Caaguazú.
Rosa y Junior quedaron con severas heridas en el cuello.
La mujer contó a EXTRA que se dirigían a casa tranquilamente con sus respectivas motos y al pasar la rotonda, en inmediaciones de la ruta 13, se cruzaron con varios policías que patrullaban la zona. Sin embargo, a unos metros del lugar, en un camino oscuro, se toparon con una columna a punto de caer y unos tres cables sueltos: dos de ellos casi se convirtieron en sus verdugos.
“En ese momento vi cuando mi hijo peleaba y peleaba con un cable, me asusté y a mí también me impacta otro cable en el cuello y empiezo a pelear también con el cable, pero no me soltaba”, relató Rosa.
Luego de varios intentos, Junior logró liberarse del cable, pero quedó shockeado y temblando, mientras que su madre tuvo que realizar una maniobra peligrosa para librarse también.
Rosa manifestó que su hijo fue más ágil que ella, porque hizo un movimiento y se salvó de milagro.
Sin embargo, la quemadura que le produjo el cable le llega hasta las orejas. “Yo tuve que tirarme con la moto sobre el asfaltado, porque era mi vida o el golpe; fue de película”. Si no me tiraba de la moto, me iba a decapitar o desnucar”, refirió la mujer.
El caso está a cargo de la fiscal Norma Salinas.
Se salvó
Rosa tiene tres hijos, y la más pequeña tiene 10 años, quien se salvó de milagro.
“Ella estaba conmigo y su papá le dijo ‘andá traele a tu hermana, porque ya es tarde’, le dijo, y menos mal, que ella vino con mi hija más grande. Digo que ella zafó de esto, porque o si no iba a pasar algo mucho peor”, dijo Rosa a EXTRA.
Los afectados accionarán
Luego del percance, Rosa y su hijo fueron llevados hasta el Hospital Distrital de Caaguazú para hacerse una inspección y luego se acercaron a la comisaría segunda de la zona para realizar la denuncia. “Vinieron los de la empresa (de la telefonía) y dijeron que ellos también son víctimas de esto, porque capaz un camión o un vehículo habrá echado el cable y quedó tendido sobre el asfalto, pero hasta ahí nomás también”, indicó Rosa.
La afectada lamentó la situación y dijo que la empresa debe prever este tipo de situaciones: la altura de los cables (porque están muy bajos).
La familia accionará contra la empresa, según dijo Rosa, porque “la historia iba a ser otra si era un cable de la ANDE”.
EXTRA intentó contactar con gente de la telefonía, pero indicaron que no están autorizados para hablar.