Con los cabellos misteriosamente trenzados, don Alfredo Sosa encontró a uno de sus caballos en su establo de Villarrica y afirma haber sido visitado por el Karai Pyhare.
Desde su cuenta de TikTok, compartió un video donde con un pindo karai (palma bendecida) en mano, se lo ve desenredando el akâchara que encontró en “Polakito”, de la raza cuarto de milla.
Según contó a EXTRA, todo empezó hace ocho días atrás, cuando uno de los trabajadores de la granja le alertó sobre el hallazgo paranormal, aunque en ese momento no le dio mucha importancia.
“La verdad es que no parecía hecho por un humano. Ellos me mandaron la foto y me fui a comprobar, pero yo no creía mucho en eso”, contó.
Tras arreglar el sarambi, llevó a Polakito al establo como de costumbre, donde pasó la noche con los demás caballos, pero para su sorpresa, al día siguiente volvió a ocurrir lo mismo.
“Aunque le arreglamos todo, al día siguiente amaneció peor y con un pañuelito rojo atado al pelo. Preguntando por ahí, me dijeron que no tenía que hacer caso porque era el señor de la noche”, señaló.
Don Alfredo, todavía incrédulo, volvió a dejar pasar lo ocurrido, pero anteayer se encontró con que la misma situación.
“Esta vez fue mucho más difícil desenredar; nos tomó como dos horas. Pero ahora ya le puse todo el pindo. Hasta el momento no estamos teniendo más manifestaciones”, aseguró.
Inexplicable
Don Alfredo dijo que no encuentra respuesta al extraño caso y aseguró que es la primera vez que ocurre este tipo de “manifestaciones” en su establo.
“Yo tengo todo tipo de animales, pero nunca le tocó ni al perro ni a la vaca. Tampoco se escucha el famoso ruido de pollito. Me dijeron que solo a este caballo le persigue porque es lindo y de raza. Por eso le quiere”, comentó.
Agregó que desde ahora instalará cámaras de seguridad en el lugar para captar en vivo al ser de la mitología paraguaya.
“Ahora ya creo un poco más en esto, pero igual vamos a instalar cámaras para ver qué es lo que ocurre durante la noche cuando no estamos”, finalizó.
Una travesura
Por su parte, el profesor David Galeano explicó que esto es algo muy común en todo el país y que solo se trataría de una travesura del Pombero.
“Esto lo hace como una travesura nomás. Es una forma de avisarle a la gente que está ahí. No es algo dañino, pero si a alguien le molesta, puede pedir a un sacerdote que bendiga el lugar o poner un pindo para que no aparezca más”, señaló
Un caso similar que causó revuelo fue el de la periodista Sanie López Garelli, quien en abril del año pasado encontró a su caballo en las mismas circunstancias en su estancia de Coronel Oviedo.
Según su relato, también fue visitada por el Pombero, viéndose obligada a mandar a bendecir el lugar.