Silvio Acosta (41), un paraguayo oriundo de Encarnación, fue asesinado brutalmente en el barrio José C. Paz, Buenos Aires, Argentina, y los familiares piden justicia.
Su hermana, Mabel Acosta, relató entre lágrimas lo ocurrido. “Somos de Encarnación, hace 20 años vivimos en Argentina. Mi hermano vivía en otro barrio, pero cada fin de semana venía a casa para visitar a mamá”, contó.
Por la noche, Silvio salió a compartir en un barcito del barrio con su tío. Estaban tranquilos, cuando apareció un hombre ofreciéndole un auricular.
“Le dijo que no, que no quería comprar. El desconocido le pidió sentarse con ellos y mi tío le dijo que sí. Pero el tipo insistía con el auricular”, relató Mabel al corresponsal Reinaldo Gayoso.
El ambiente se puso tenso cuando el desconocido lanzó una amenaza escalofriante: “Le dijo que era sicario y que su hermano era narco, que vivía ahí cerca. Mi hermano le respondió que entre vecinos nos conocemos todos, y que si él se dedicaba a eso, estaba bien, pero que ellos no querían problemas”.
El sujeto se retiró, pero volvió acompañado de un cómplice. Fue entonces cuando ocurrió lo peor.
“Mi hermano le dijo que si lo ofendió, le perdone, y le pasó la mano. Ahí le apuñaló. Mi hermano vivió unos minutos más nomás... y después ya murió”, dijo la hermana con la voz quebrada.
La familia Acosta exige justicia. Silvio, que cruzaba cada fin de semana la ciudad solo para ver a su madre, terminó perdiendo la vida por un acto de violencia absurda.
La policía ya está tras los pasos del presunto asesino, Ricardo Espínola Cañete (36), paraguayo.