Los minutos más tensos vivió una familia en el barrio Cerrito, de Capiatá, donde un bebé de 1 año y 9 años movió la rejilla de un pozo y terminó cayendo a una profundidad de 25 metros.
Mirtha Galeano, capitana de la Unidad de Rescate y Extinción Capiatá Central, contó que por el susto y ante la esperanza de rescatar al niño, un vecino de la familia, de nombre Jorge Osorio (42), también se tiró al hoyo y quedó atrapado.
El pozo de agua ya no estaba en funcionamiento y los dueños de la casa dejaron una pequeña abertura de 45 x 45 cm, que taparon con una rejilla de desagüe, lo que dificultó el rescate del hombre y del pequeñito.
“Afortunadamente el pozo estaba seco”, dijo la capitana de bomberos.
El terrible suceso ocurrió a las 17:40 de ayer. Los familiares primero llamaron a pedir socorro a la Comisaría 32° Central de Posta Ybycua, cuyos polis dieron aviso a tres cuarteles de bomberos.
Galeano resaltó que fue un trabajo en conjunto con los Bomberos Voluntarios K8 (amarillos), la Unidad de Rescate y Extinción Capiatá Central (bomberos rojos) y los Bomberos Bravo Cóndor. También estuvieron los de la Cruz Roja y la Policía Nacional.
Una hora
El rescate del chiquitito duró una hora, el pánico crecía entre los padres y abuelos del bebito.
“Fue un trabajo muy complejo”, contó Carlos López, de los bomberos rojos, que entró en el pozo de 25 metros.
Detalló que primero tranquilizó al adulto y luego procedió a poner los arnés y otros elementos de rescate al niño.
Con mucho cuidado sacaron pequeñito y luego al vecino, cuyo proceso costó más por su contextura física.
Si bien la entrada del pozo tiene 45 centímetros, dentro había un margen de 1 metro.
“Cuando yo bajé el bebé se tranquizó, sintió algo que le estaba acompañando en ese momento”, relató López.
“Gracias a Dios la criatura salió con vida. El señor estaba asustado”, señaló el rescatista.
El voluntario explicó que antes de que nada él se puso tranquilo para transmitir eso a la familia.
Además indicó que está especializado y capacitado para este tipo de acontecimientos.
“Pero teniendo en cuenta a los familiares y empatizando con ellos, fue un momento de desesperación”, admitió.
“Desde joven hago trabajo en pozos y profundidad”, finalizó.
Hubo tensión durante el rescate
El hombre de 42 años y el bebé salieron a salvo del pozo, pero de igual forma fueron trasladados al Hospital de Capiatá para una revisión.
En las redes sociales difundieron el video del rescate, donde se vio la tensión que había en el lugar. En un momento dado, creyeron que el niño se desvaneció ya que dejó de llorar, pero cuando salió el bebito rompió en llanto y con él sus familiares.