El disparo de una escopeta alertó a ña Mercedes Ovelar, que al salir a su patio escuchó el llanto desesperado de su perrita caniche de nombre “Chiqui” y vio que venía corriendo de la casa del vecino, pero al cruzar el alambrado cayó al suelo, sin poder levantarse más.
La señora corrió y alzó a su perrita que ya estaba bañada en sangre y sin signos de vida. Al inspeccionarla notó que tenía varias heridas de bala en la parte trasera y espalda.
Ña Mercedes fue a la casa de su vecino, Vicente Portillo, y le cuestionó la acción, pero el hombre se excusó diciendo que estaba cansado de que el perro mate a sus gallinas por lo que le disparó.
“Yo alcé y llevé a mi perrita a la comisaría para denunciar el caso, porque actuó mal este señor”, dijo a EXTRA la dueña de la mascota.
Según contó la afectada, la parte trasera de su casa está separada con alambrado, por lo que su mascota suele pasar al patio ajeno, pero aseguró que nunca perjudicó a nadie matando a las gallinas, como dijo el autor del asesinato.
Perseguía a gallinas
Hace un año y cuatro meses que ña Mercedes compró a Chiqui, era parte de la familia, por lo que el suceso dejó en shock a la familia.
“Es mentira que Chiqui mataba a las gallinas, ella era muy juguetona y quería jugar nomás con las gallinas; le perseguía, pero no le hacía daño”, manifestó la señora.
No sería la primera vez que el acusado hace daño a una mascota, según dijeron los demás vecinos a la afectada.
En el congelador
Los uniformados fueron hasta la casa del señor, pero este se escondió. Solo la pareja del hombre salió a recibir a la policía, diciendo que el autor no vive en la casa.
Ahora la mujer pide justicia para su amiguita de cuatro patas, cuyo cuerpo guardó en el congelador, ya que se le debe de extraer las balas para analizar.
La misma ya denunció en la Dirección de Defensa Animal quienes también están investigando el caso.