Un hombre que convirtió la vida de su expareja en un infierno al acosarla día y noche, en redes sociales y en su celular, fue apresado el miércoles en Ciudad del Este y quedó a disposición fiscal.
La terrible historia tiene como protagonistas a José María Giménez (46) y Graciela L. (46), quienes de niños eran vecinos en la ciudad de Pedro Juan. De grande siguieron sus caminos. José María se asentó en la ciudad de Ñemby. La mujer se estableció en Ciudad del Este, donde hizo su vida, se casó construyó su casa, tuvo sus hijos.
Graciela, por esas cosas de la vida, se separó de su marido y en el año 2018 encontró a José María en Facebook. Vía Messenger comenzó a intercambiar mensajes con él.
Si querés saber más chismes, seguinos en nuestro canal de WhatsAppLuego ya lo hizo por WhatsApp y así decidieron verse. Se hicieron novios.
En 8 meses de convivencia José María se volvió muy celoso y violento, por lo que Graciela decidió separarse.
Ella volvió a convivir con su marido en el año 2019, pero José María nunca aceptó la ruptura.
El despechado comenzó a amenazarla que iba a divulgar fotos íntimas si no volvía con él. Ella le bloqueó, pero él volvía a conseguir su número, creaba cuentas falsas en Facebook para acosarla.
Incluso hacía correr que tenía una enfermedad de origen sexual.
José comenzó a enviar fotos sin ropas de la mujer a sus contactos e incluso al marido de Graciela. Él le dejó otra vez a su esposa.
El 13 de octubre del año pasado denunció al tóxico en la fiscalía.
Tenía miedo
La víctima dijo al Canal 9 que por miedo se callaba, pero que decidió en denunciarlo por sus hijos. Contó que su ex publicó que su hija era informante de policías y que su hijo era fruto de otra relación, que no era de su esposo.
“Mi hijo sabía que no era su papá”, dijo la doña. El despechado viralizó fotos de ella desnuda, ofendiéndola como “la gorda está de oferta”. La doña contó que esas fotos las hizo a escondidas, sin su consentimiento.
Toda la violencia telemática hizo que la víctima haga tratamientos psicológicos.
Sus nervios están destrozados, se muerde los labios, tiembla y llora. Más porque su ex le amenazó de muerte. Le dijo que no se va a quedar con su esposo. Primero prefiere verla muerta y luego él se suicidaría.