Ainoha es un nombre de origen vasco que significa “luz” o “iluminación” y fue esa misma descripción que dio Alejandra Sanabria (36), amiga de la paraguaya cuyo cuerpo fue identificado en España hace unos días.
Ambas formaban parte de un círculo de amigas inquebrantables. La hermana de Alejandra fue compañera de colegio y fue así que la conoció.
“Ella era luz. Donde se iba ella iluminaba todo. Nunca le ibas a ver triste. Y si por ahí pasaba por algún momento malo, no te ibas a dar cuenta. Ella amaba la vida y contagiaba esa energía”, expresó la amiga a EXTRA.
Comentó que Ainoha, oriunda de Asunción, viajó a España en el año 2012 y todos los días se escribían para contarse cómo iba a todo.
“Ella tenía trabajos temporales, porque los primeros tiempos no tenía todavía papeles. Comenzó en trabajando en un hotel, luego en un lugar de eventos donde era la anfitriona”, indicó.
Los primeros tiempos del año 2018 algo comenzó a cambiar. Las respuestas de Ainoha tardaban más de lo habitual, pero nada que pudiera hacer sospechar. A mitad de ese año, ya nada se supo de ella.
“Tenía entendido que su familia le compró un pasaje para que viniera a Paraguay, pero no tomó ese vuelo. Desde ahí, ya no supimos nada”, recordó.
A casi siete años de la última vez que tuvieron noticias de ella, aunque Alejandra la recordaba a diario. “Yo hablaba mucho con su hermano para saber si había noticias. Él hizo lo que pudo, movió cielo y tierra para intentar encontrar a su hermana, pero no había caso”, indicó.
Mucho dolor
El grupo de amigas quedó en shock cuando la Interpol publicó finalmente la identidad de “La Mujer del cobertizo”, un extraño caso donde el cuerpo de una mujer ahorcada fue hallado el 4 de agosto de 2018, en un gallinero en un casa de campo en Girona.
Se confirmó que era la misma Ainoha Izaga Ibieta Lima, cuya desaparición estaba registrada en la plataforma de SOS Desaparecidos desde 2019.
La traba de su identificación estuvo en que no tenía ninguna documentación encima al momento del hallazgo y como no encontraron signos de violencia, cerraron el caso y la enterraron en una fosa común. Sin embargo, la Policía local quiso dar con la identidad de ella y otras 42 mujeres que murieron en diferentes partes de Europa. Gracias a los datos cruzados y una huella digital, se confirmó la identidad de la paraguaya.
Con la voz quebrada, Alejandra dijo que junto a sus amigas, se reunirán en los próximos días para rendirle un homenaje a su querida Ainoha.
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