Tras ser detenidos por una denuncia por sextorsión, el fiscal Federico Delfino imputó ayer a Kamila Ayala Pereira (28) y Carlos Antonio Espínola Melgarejo, ambos fuertemente ligados al Partido Colorado.
No se reveló detalles de quién fue el político sextorsionado, pero es una persona de alto perfil y con poder dentro del actual Gobierno.
La víctima reveló que en épocas de elecciones municipales 2021, elecciones internas (coloradas) 2022 y elecciones generales 2023, trabajó de manera cercana con Kamila, y entre recorridos y medianoches, mantuvo “ocasionalmente relaciones sentimentales” con ella.
Dentro de ese amor clandestino, el político y la joven dirigente se intercambiarib fotos hots y mantuvieron chats ardientes durante esos días de pasión republicana.
Finalizada la elección general, el político y su correlí se vieron menos, pero la chica comenzó a apretarle. El afectado, en su denuncia ante la fiscalía, relató que Kamila se iba a su oficina a exigirle “cargos políticos de alto rango” (sic), bajo amenaza que enviaría las fotos, videos y los chats hots a su esposa y a sus hijos. Como no conseguía nada, incluso amenzó con dañar a su hijo.
Violencia doméstica
En su condición de amante, en junio de 2024 Kamila denunció al político por violencia doméstica por no darle dinero. Pero se supo que esa denuncia fue rechazada.
El 9 de diciembre del año pasado, el hermano del político recibió la llamada de Carlos Espínola, abogado y funcionario de Diputados y le dijo: “Tengo algo de vida o muerte del caso de tu hermano”. Le quería mostrar los chats, audios e imágenes de contenido íntimo. Espínola varias veces trató de acercarse al político y no logró. El 20 de diciembre, el hermano de la víctima atendió la llamada de Kamila.
Precio de su silencio
El hermano del sextorsionado le dijo a Kamila que sólo hablaría con su abogado.
Al colgar, recibió la llamada de Carlos Espínola. Le citó en su oficina, ubicada sobre Del Maestro 24898 c/ Gumercindo Sosa de Asunción.
En la reunión, el alto funcionario de Diputados (ahora rajado) dijo que Kamila pidió 50 mil dólares para no revelar las pruebas a la prensa y si no cumplía, en Nochebuena le iba a enviar las pruebas a la esposa.
El hermano del afectado le dijo que era mucho dinero y finalmente quedó en G. 100 millones, en pagos fraccionados. La víctima avisó a la fiscalía y se hizo la entrega vigilada el 3 de enero. Le entregó a Kamila y a Espínola G. 2 millones marcados.