23 oct. 2024

Amante está muy grave tras la terrible tragedia pasional

Fiscala dijo que el policía sabía de la relación extramatrimonial.

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Édgar Lovera (49) baleó a su esposa Raquel Sanabria (43) al encontrarla en la casa de su vecino.

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La comunidad de Ciervo Cue, de San Bernardino, sigue conmocionada por el terrible final que tuvo una pareja de 25 años de casados.

Édgar Lovera (49) decidió acabar con la vida de su esposa, Epifania Raquel Sanabria (43), de un balazo en la cabeza, hirió a su vecino Santiago González Rolón (36) y luego se autoeliminó.

Noelia Montanía, fiscala que investiga el feminicidio y posterior suicidio ocurrido a primeras horas del viernes, dijo a EXTRA que durante las primeras diligencias realizadas el día del suceso, pudo hablar con una hija mayor del matrimonio.

La joven le contó que su padre tuvo conocimiento de la relación extramatrimonial de su esposa y González Rolón hace unos tres meses, tiempo que coincide con la llegada de este hombre a la comunidad, ya que tenía refugio en una casa-quinta donde ocurrió el desenlace.

“Refirió que, en su momento, el uniformado habló con la esposa y le dijo que le iba a perdonar, que no se quería divorciar, pero que tenía que dejar esa relación”, declaró la investigadora.

Familia destruida

Los vecinos describieron a la pareja como “ejemplar”. Tuvieron cuatros hijos: de 8, 12, 20 y 23 años.

Montanía indicó que la hija dijo que sus padres siempre se llevaron bien, que no hubo violencia durante todos estos años y que “no esperó la reacción de su papá”. El shock y la impresión de lo ocurrido eran demasiado.

“Por el delicado momento, no pudimos tener más detalles, pero serán llamados a testificar los hijos mayores”, indicó la agente.

La representante del Ministerio Público recordó que, el día del asesinato, la señora Epifania Raquel llevó por la madrugada a la escuela a sus dos hijas menores, porque iban a tener una excursión. La institución queda casi frente a la casa-quinta, donde la víctima era cocinera.

“Fue a llevarle a las niñas y, de venida, se quedó en la casa donde ocurrió el hecho. Fue ahí que le dieron aviso al policía y él se fue hasta ese lugar”, dijo. El policía usó su arma reglamentaria, una 9mm para cometer el hecho.

González Rolón está muy grave, no existe mejoras desde el día que fue herido y tiene pérdida de masa encefálica (parte del cerebro). Está internado en el Hospital del Trauma de Asunción.

Lo conocen como el “sombrero”, y si sale con vida, irá preso porque tiene tres denuncias por abuso sexual.