Abrazar un árbol para sentirnos mejor es una práctica ancestral de la medicina natural. Incluso, los médicos están recetando a algunos pacientes la arboterapia, que ayuda a calmar la ansiedad, depresión o dolores de cabeza.
Su efecto curativo es una tradición ancestral con raíces celtas, pueblos que atribuían funciones mágicas a bosques.
En el libro de Matthew Silverstone, Blinded by Science, se detalla el poder de los árboles para mejorar la concentración, aliviar la ansiedad y ayudar a liberarnos de pensamientos negativos. Abrazar árboles nos recarga su energía.
Los beneficios van desde mejorar nuestro estado de ánimo y reducir la depresión, a calmar dolores, relajarnos, superar adicciones e incluso mejorar distintas alteraciones mentales.
Rodear con nuestros brazos un árbol, al menos 5 minutos, ya basta. Estos son los más recomendables.
Pino: Según la medicina china, es un árbol inmortal con una gran capacidad curativa.
Sauce: Reduce la presión arterial y fortalece el tracto urinario.
Cedro y ciprés: Reducen la sensación de calor.
Abeto: Favorece la curación de fracturas y reduce la hinchazón.
Tajy o lapacho: un árbol muy nuestro. Su corteza porosa nos ayuda a cargarnos de energía de la madre naturaleza.
Fuente: Extra, para mí la suerte (Sale todos los domingos con tu ejemplar del diario EXTRA).