25 abr. 2025

A sangre y balas; el historial criminal del joven “Jakare po”

8-ACT

Nelson Gustavo López (23) era conocido como “Jakare po” en su barrio, en el ambiente delictivo y por la Policía. El delincuente oriundo de Villa Hayes fue el más buscado en los últimos tiempos. Durante su camino al cementerio, sobre su ataúd colocaron una bandera paraguaya con la leyenda: “Gracias por recibirme y pasarme la mano cuando más necesitaba”.

El chaqueño solo hablaba en guaraní, gustaba de jugar pikivoley y escuchaba vallenato. Sus vecinos no saben cuándo se inició en el mundo criminal, pero sí saben cómo terminó. “Cuando tenía 13 años trabajaba vendiendo empanadas”, contó Estel Bareiro, una vecina. A sus 23 años dejó 5 hijos con 3 mujeres distintas. “Todos se quedan con sus abuelos”, expresó Celeste, tía del maleante.

Un balazo acabó con su vida luego de tres días de agonía, posterior al asalto a empleados de la empresa Money Exchange donde sus cómplices se llevaron US$ 35.000. “Fue su propia madre quien fue a buscar a su hijo cuando le dejaron malherido tirado en la calle. Ella avisó a la Policía antes de llevarle a Emergencias Médicas. Ella jamás ocultó a ‘Jakare po’”, dijo la tía de Nelson.

Salmo 91

“Dios librará al mesías del terror, de la pestilencia y de la guerra. A sus ángeles mandará por él; lo librarán y lo glorificarán”, dice parte del salmo 91 que “Jakare po” llevaba tatuado completo en su espalda.

El médico Aníbal Filártiga había dicho por error que se trataba del salmo 21, luego lo aclaró. El 91 “es un salmo de confianza en la protección de Dios”, dijo monseñor Guillermo Steckling. “Los textos sagrados y los santos no nos van a ayudar y proteger si contradecimos la palabra de Dios”, afirmó. “Se tatúan un salmo para pedir misericordia o perdón por el daño que causan”, afirmó Lucas Elvira, tatuador.